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lunes, 22 de agosto de 2011

Del naturalismo a la máquina.

Al despertar del largo ensueño del Medioevo, el hombre redescubre el mundo natural y al hombre natural, el paisaje y su propio cuerpo. Su realidad será ahora secular y profana, o tenderá a serlo cada vez más, pues una visión del mundo no cambia instantáneamente. Pero lo que importa es ver las líneas de fuerza que ocultamente empiezan a dirigir la orientación de una sociedad, la inquietud de sus hombres, la dirección de sus miradas; sólo así puede saberse lo que va a acontecer visiblemente varios siglos después. La profanidad de Rafael no se explica sin esa oculta tensión de las líneas de fuerza que empiezan a actuar ya en el siglo XII.
Entre un Giotto y un Rafael —comienzo y fin de un proceso— hay toda la distancia que media entre un pequeñoburgués profundamente cristiano, todavía sumergido hasta la cintura en la Edad Media, y un artista mundano, emancipado de toda religiosidad.
La vuelta a la naturaleza es un rasgo esencial de los comienzos renacentistas y se manifiesta tanto en el lenguaje popular como en las artes plásticas, en la literatura satírica como en la ciencia experimental.
Los pintores y escultores descubren el paisaje y el desnudo. Y en el redescubrimiento del desnudo no sólo influye la tendencia general hacia la naturaleza, sino el auge de los estudios anatómicos y el espíritu igualitario de la pequeña burguesía: porque el desnudo, como la muerte, es democrático. La primera actitud del hombre hacia la naturaleza fue de candoroso amor, como en San Francisco. Pero dice Max Scheler que amar y dominar son dos actitudes complementarias, y a ese amor desinteresado y panteístico siguió el deseo de dominación, que habría de caracterizar al hombre moderno. De este deseo nace la ciencia positiva, que no es ya
mero conocimiento contemplativo, sino el instrumento para la dominación del universo. Actitud arrogante que termina con la hegemonía teológica, libera a la filosofía y enfrenta a la ciencia con el libro sagrado.
El hombre secularizado —animal instrumentificum— lanza finalmente la máquina contra la naturaleza, para conquistarla. Pero dialécticamente ella terminará dominando a su creador.

Ernesto Sabato. Hombres y engranajes (1951)

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