El hermano del Papa y ex director del Coro de Ratisbona, también sostuvo que tomó distancia con los castigos corporales infligidos a los alumnos.
El obispo pidió perdón a las víctimas de la ''violencia exagerada'' infligida por un director del internado.
BERLÍN.- El hermano del Papa Benedicto XVI, el obispo Georg Ratzinger, aseguró que nunca se había visto confrontado a las denuncias de abusos sexuales que ahora emergen en el coro alemán que dirigió durante 30 años y se disculpó por los castigos corporales propinados a los alumnos.
"El problema de los abusos sexuales que ahora fueron revelados nunca había sido abordado", dijo Georg Ratzinger, de 86 años, quien entre 1964 y 1994 dirigió el célebre Coro de Niños Cantores de Ratisbona (sur), en declaraciones publicadas hoy por el diario "Passauer Neue Presse".
"Nunca hablamos de ese tipo de asuntos", dijo el religioso.
"El problema de los abusos sexuales que ahora fueron revelados nunca había sido abordado", dijo Georg Ratzinger, de 86 años, quien entre 1964 y 1994 dirigió el célebre Coro de Niños Cantores de Ratisbona (sur), en declaraciones publicadas hoy por el diario "Passauer Neue Presse".
"Nunca hablamos de ese tipo de asuntos", dijo el religioso.
En la última entrega del semanario alemán "Der Spiegel", el compositor Franz Wittenbrink, que fue alumno del Coro de Ratisbona hasta 1967, dijo que un ex director del establecimiento había abusado sexualmente de varios alumnos.
"Todos lo sabíamos" y "no me puedo explicar cómo el hermano del Papa, Georg Ratzinger, que dirigía la capilla desde 1966, no podía estar al corriente", declaró Wittenbrink.
El hermano del Papa tomó distancia además con los castigos corporales infligidos a los alumnos del coro por un director del internado.
"Si hubiera sabido de la violencia exagerada con la que actuaba, hubiera dicho algo", declaró, antes de agregar: "Pido perdón a las víctimas".
"Hubo alumnos que me contaron durante giras (del coro) cómo los trataban (...) pero no me dieron a entender que había que hacer algo", adujo.
"Sabía que el ex director (del internado) daba bofetadas muy fuertes (...), incluso por motivos futiles", reconoció Georg Ratzinger, aunque alegó que esos castigos eran usuales en esa época en los establecimientos escolares.
Ahora los castigos corporales son condenados más duramente "pues la gente es más sensible. Yo también", dijo Ratzinger, quien habló de la "felicidad" que sintió cuando fueron prohibidos en 1980.
"Respeté estrictamente esa prohibición y me sentí aliviado", dijo el hermano del Papa.
Según Ratzinger, la "Iglesia no fue la única que se calló" con relación a los abusos sexuales y la violencia en la educación.
Según Ratzinger, la "Iglesia no fue la única que se calló" con relación a los abusos sexuales y la violencia en la educación.
"La sociedad hizo lo mismo", dijo Ratzinger.
Por su parte, la ministra de la Justicia de Alemania declaró que las víctimas de abusos deben ser indemnizadas financieramente.
"Hay que enviar una señal clara a las víctimas, iniciando una discusión sobre una indemnización voluntaria cuando el plazo de prescripción legal ya venció", declaró Leutheusser-Schnarrenberger al diario "Süddeutsche Zeitung".
Según la ministra, que ayer criticó al Vaticano por haber obstaculizados las investigaciones sobre abusos sexuales en las instituciones escolares católicas, una indemnización "sería justicia, aunque el daño causado no puede ser compensado materialmente".
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